¿Comprendemos la Eucaristía?

VER:
El Domingo de Ramos dijimos que comprender algo es tomar conciencia de ello, tener una idea clara al respecto, captar el significado… Y que en nuestra vida hay personas, cosas y hechos que comprendemos; otras veces nos cuesta comprender, pero eso no impide que esas personas, cosas y hechos formen parte de nuestra vida; pero también hay personas, cosas y hechos que nos resultan incomprensibles, y que nos cuestionan en lo exterior y en nuestro interior. Este último caso se produce, sobre todo, cuando se trata de personas a las que conocemos y que, en un momento dado, hacen o dicen algo que nos sorprende y no comprendemos la razón de sus palabras u obras.
JUZGAR:
Durante la Semana Santa estamos contemplando desde la oración los últimos días de Jesús, para desarrollar nuestra capacidad de comprensión y asimilar eso que nos resulta incomprensible, porque queremos comprender mejor el núcleo de nuestra fe, y que los Misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor iluminen nuestra vida para vivirla plenamente desde la fe.
El Domingo de Ramos nos dio una visión general de estos Misterios, y hoy estamos en el primer día del Triduo Pascual, el Jueves Santo, una celebración que tiene sus gestos y símbolos propios.
La Eucaristía se celebra sólo por la tarde; durante el canto del Gloria se hacen sonar las campanas (que no vuelven a sonar hasta el Gloria de la Vigilia Pascual); se realiza el gesto del lavatorio de los pies; terminada la celebración, se lleva el Santísimo Sacramento hasta el Monumento preparado, para que los fieles puedan adorarlo; también se despoja el altar donde se ha celebrado la Eucaristía; no se encienden velas ante las imágenes de la Virgen o de los santos…
Como ocurre con el Domingo de Ramos, para la gran mayoría de los que estamos aquí, esta celebración nos es conocida, la hemos celebrado muchas veces. Pero, para no quedarnos en una mera repetición de unos ritos exteriores, hoy debemos dejarnos interpelar profundamente por la pregunta que Jesús ha hecho a sus discípulos: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?”. Aunque nos resulta conocido, ¿podemos afirmar que comprendemos lo que esta tarde estamos celebrando?
Hemos escuchado en la 2ª lectura el relato más antiguo de la institución de la Eucaristía. Y san Pablo comenzaba diciendo: “Yo he recibido una tradición, que procede del Señor, y que a mi vez os he transmitido…”. ¿Comprendemos la grandeza de la Eucaristía? ¿Comprendemos que no es ‘oír Misa’, ni un simple rito, sino una Tradición en el sentido latino de la palabra, algo que los cristianos hemos ido recibiendo y transmitiendo, directamente desde el Señor? ¿Comprendemos que estamos repitiendo sus mismos gestos y sus mismas palabras, y que ‘cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz’ nos hacemos ‘contemporáneos’ de Jesús, Él se hace presente y entramos en comunión con Él?
En el Evangelio, Jesús, “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. ¿Comprendo este amor tan grande? ¿Me siento amado por Él de este modo?
Y, como concreción de ese amor, Jesús “se quita el manto y, tomando una toalla, se pone a lavarles los pies a los discípulos”: ¿Comprendemos lo que significa esta acción? Jesús nos ha dicho: “Si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis”.¿Comprendemos que ese ‘lavarnos los pies unos a otros’ debemos concretarlo de palabra y de obra en la vida cotidiana?¿Comprendemos las actitudes interiores de servicio y amor que requiere seguir el ejemplo que el Señor nos ha dado?
ACTUAR:
Es mucho lo que se condensa en esta celebración: la institución de la Eucaristía, la institución del Orden Sacerdotal y el día del Amor Fraterno. Y seguramente no somos capaces de comprender el significado profundo de todo ello Por eso, el Señor también nos dice, como a Pedro: “Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde”. Hoy, o mañana, cuando estemos frente al Monumento y tengamos nuestro rato de oración ante el Señor, pidamos al Señor que nos ayude a comprender que la Eucaristía es ‘comunión’ con Él. Sintámonos hoy especialmente unidos a Él, y por Él sintámonos unidos los unos a los otros. Y que manifestemos su amor “hasta el extremo” mediante el servicio y la entrega, ‘lavándonos los pies’ unos a otros.