Más moral que el Alcoyano

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Hay una frase hecha: ‘Tienes más moral que el Alcoyano’. Su origen está en un equipo de fútbol, el Club Deportivo Alcoyano, que en un partido de Liga iba perdiendo por goleada y, aunque quedaba poco tiempo, sus futbolistas no paraban de darse ánimos para seguir jugando porque pensaban que todavía podían remontar y ganar. De ahí que a alguien se le diga que ‘tienes más moral que el Alcoyano’ para expresar que, a pesar de las adversidades, lucha sin rendirse porque está convencido de la victoria final.
JUZGAR:
Hoy estamos celebrando la solemnidad de Todos los Santos, de esa “muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones razas, pueblos y lenguas”, como hemos escuchado en la 1ª lectura. Y también podemos preguntarnos: “¿Quiénes son y de dónde han venido?”. Y nos vendrán a la mente la vida y milagros de los santos y santas más conocidos, y también otros menos conocidos; e, incluso, de personas que el Papa Francisco denomina los santos «’de la puerta de al lado’, de aquéllos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios». (GE 7) Y, más allá de lo que cada uno de estos santos y santas haya hecho durante su vida, podemos decir que todos comparten un denominador común: tenían “más moral que el Alcoyano”, porque siguieron el camino del Evangelio en medio de dificultades, riesgos y desafíos; muchos “vienen de la gran tribulación”, han derramado su sangre por su fidelidad a Cristo, pero mantuvieron la moral y la fidelidad porque estaban convencidos de lo que también hemos escuchado en la 1ª lectura: “¡La victoria es de nuestro Dios… y del Cordero!”.
Hoy celebramos también que estos Santos que ya han llegado a la presencia de Dios mantienen con nosotros lazos de amor, lo que llamamos la ‘comunión de los Santos’ y, como diremos en el Prefacio, «en ellos encontramos ejemplo y ayuda en nuestra debilidad», porque también nosotros estamos llamados a ser santos. Como nos recuerda el Papa Francisco, «el Señor nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada». (GE 1) Y el propio Jesús «explicó con toda sencillez qué es ser santos, y lo hizo cuando nos dejó las bienaventuranzas. En ellas se dibuja el rostro del Maestro, que estamos llamados a transparentar en lo cotidiano de nuestras vidas». (GE 63)
Para recorrer, como hicieron todos los Santos, el camino de las Bienaventuranzas siguiendo al Señor, para recorrer nuestro camino personal de santidad, también necesitamos tener ‘más moral que el Alcoyano’. Porque «en una sociedad atrapada en una trama política, mediática, económica, cultural e incluso religiosa que impide un auténtico desarrollo humano y social, se vuelve difícil vivir las bienaventuranzas, llegando incluso a ser algo mal visto, sospechado, ridiculizado». (GE 91)
Recorrer el camino de las Bienaventuranzas, el camino de la santidad, no es cuestión de empeño personal o de voluntarismo. Requiere ante todo estar convencidos de la victoria final y de que nuestra “recompensa será grande en el cielo”, como lo estuvieron todos los Santos, porque este convencimiento nos dará más moral que el Alcoyano para afrontar todo tipo de adversidades.
Y, como dice el Papa en Evangelii gaudium: «No se puede perseverar si uno no sigue convencido, por experiencia propia, de que no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo». (266) Y desde este convencimiento seguimos y proponemos el camino de la santidad.
ACTUAR:
En mi vida cristiana, ¿tengo ‘más moral que el Alcoyano’, o me desanimo con facilidad? ¿Hay algún santo o santa que sea un referente para mí? ¿Me siento llamado por el Señor a ser santo? ¿Procuro hacer vida las Bienaventuranzas? ¿Estoy convencido de la victoria final del Señor? Que todos los Santos, a quienes hoy celebramos, nos enseñen a tener ‘más moral que el Alcoyano’ para responder a la llamada del Señor a ser santos, convencidos de la victoria final, por encima de todas las dificultades. Como nos dice el Papa, «no tengas miedo a la santidad, no tengas miedo de apuntar más alto. No tengas miedo de dejarte guiar por el Espíritu Santo. (GE 32.34) Porque nadie resiste si opta por quedarse en un punto muerto, si se conforma con poco. Menos aún si cae en un espíritu de derrota. El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria». (GE 163), como nos demuestran todos los Santos.