Arca de la Nueva Alianza

VER:
Un arca es una caja, normalmente de madera, en la que se guarda algo que se quiere proteger de un modo especial. A un nivel más personal, todos tenemos nuestra “arca”, un lugar donde guardamos nuestros “tesoros”: fotografías, cartas, objetos… que para nosotros son muy especiales y por eso los resguardamos. Lo más importante no es el “arca” en sí, sino lo que contiene por lo que significa para nosotros. Por eso, de vez en cuando, abrimos nuestra “arca” para contemplar su contenido y vuelven a brotar en nosotros los sentimientos felices que suscitaron en su día esos recuerdos.
JUZGAR:
Hoy estamos celebrando a María en su Asunción a los cielos. La Asunción de María es el último dogma proclamado por la Iglesia Católica, y lo que celebramos es que “la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste”.
Esta verdad de fe ya era creída por el pueblo cristiano desde muy pronto en la vida de la Iglesia, por la particular participación de la Virgen María en el plan de salvación de Dios, desde su Inmaculada Concepción hasta su acompañamiento a la Iglesia en Pentecostés y su íntima unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y, en este sentido, la Palabra de Dios que ilumina esta Solemnidad nos ha ofrecido una imagen que puede ayudarnos a comprender mejor esta celebración y su significado para nosotros, una imagen que también encontramos en las Letanías de la Virgen que rezamos en el Santo Rosario: “Arca de la Nueva Alianza”.
En la 1ª lectura de la Vigilia se nos narra el traslado del Arca de Dios a la tienda que el rey David había preparado. Este traslado se realiza con gran solemnidad y júbilo, porque el Arca era el signo visible de la presencia de Dios en medio de su pueblo, ya que contenía las dos tablas que tenían grabados los Diez Mandamientos entregados por Dios a Moisés en el monte Sinaí, y que eran como el documento que regulaba la alianza entre Dios y su pueblo.
La reflexión de la Iglesia llevó a ver en el Arca de la Alianza un preanuncio de la Virgen María como “Arca de la Nueva Alianza”, y esto lo vemos reflejado en el Evangelio del día. Hemos escuchado la visita de María a Isabel y podemos encontrar semejanzas con el relato del traslado del Arca de Dios. Los dos episodios tienen lugar en la región de Judá; María, con el Hijo de Dios en su seno, se convierte así en la nueva “Arca de Dios”; en los dos episodios encontramos muestras de alegría, reflejadas en Isabel y Juan Bautista: Se llenó Isabel de Espíritu Santo y exclamó… En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Por eso, del mismo modo que Isabel y Juan Bautista se alegraron, todo el pueblo cristiano se alegra por la presencia de la Virgen María en la Iglesia, porque Ella es el Arca de la Nueva Alianza, que contiene lo más valioso para nosotros: el Hijo de Dios hecho hombre. Ella es también un signo de la presencia de Dios entre nosotros y, como Madre nuestra, nos hace más cercano y accesible el encuentro con Dios.
Pero hoy también celebramos algo que diremos en el Prefacio: “ella es figura y primicia de la Iglesia, que un día será glorificada”. Nosotros esperamos también ser llevados a la gloria eterna y, para eso, el Señor nos ofrece a María como ejemplo, en el Evangelio de la Vigilia. Cuando una mujer de entre el gentío le dijo: “Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron”, Jesús le responde: Mejor, bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen. Está muy bien hacer fiesta y alegrarnos “por María” en su Asunción, pero mejor es aprender de Ella a escuchar la Palabra de Dios y cumplirla, para ser también nosotros “arcas”, para “encarnar” en nuestra vida al Hijo de Dios y llevarlo a aquéllos con quienes nos relacionemos, bien sea con nuestras palabras, con nuestras obras o, simplemente, con nuestra presencia callada pero llevando al Espíritu Santo en nosotros.
ACTUAR:
¿Entiendo el significado de María como Arca de la Nueva Alianza? ¿Qué lugar doy en mi vida de oración a la Virgen María? ¿La devoción hacia Ella me ayuda a encontrarme con Dios? Del mismo modo que de vez en cuando abrimos nuestra “arca” personal y, al contemplar su contenido, se despiertan en nosotros sentimientos felices, hoy acudimos a María, el “Arca de la Nueva Alianza”, para contemplar su contenido, el Hijo de Dios, y que se despierte en nosotros el deseo de escuchar y cumplir la Palabra de Dios para ser llevados a la felicidad de la gloria celeste.
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