1677 Comienza a festejarse a la Virgen de la Soledad, siendo nombrada patrona del pueblo.
El 18 de julio de 1694, festejando a la Virgen de la Soledad acontece el milagro de las lágrimas de la Virgen. Después de tan magnífico acontecimiento se sacó en procesión, en la que participó todo el pueblo de Benimámet. «Todo haya sido para amar, más y más a la Virgen».
