Triduo a San Francisco de Paula

HIMNO
Elevamos a ti, Francisco de Paula,
el canto de alabanza,
a ti, pidiendo con fe
que siempre nos protejas
en el nombre Santo del Señor,
que es fuego de caridad.
Dios te ha enviado al mundo,
profeta de penitencia,
para invitarnos a todos
a abrir nuestros corazones
a la palabra de Dios.
Has cumplido tu misión
hablando al corazón de todos,
con valentía y caridad
mostraste con tu vida
la verdad que anunciabas.
Has sembrado en los corazones
la paz del Señor,
ricos y pobres se hacen hermanos
en la plena comunión
que en Cristo se nos da.
Mirando al Cristo crucificado,
justicia y misericordia,
has dado como guía y luz
a quien es llamado a gobernar
la vida de un pueblo en camino.
Y ahora concédenos a nosotros
acoger tu mensaje
de amor y vida nueva,
y el caminar unidos
al encuentro de Nuestro Salvador. Amén
ORACIÓN INICIAL
Sol luminoso de caridad y verdadero Padre de los pobres, San Francisco de Paula, como pobres y necesitados de salvación recurrimos a ti para que nos alcances del Señor una fe viva, una esperanza firme, una caridad ardiente y una paciencia perseverante en las pruebas y contrariedades de la vida.
Tú, que de un modo vivo y completo reflejaste la imagen de nuestro divino Redentor, ayúdanos a modelar nuestra vida según el ejemplo y enseñanzas de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Danos tu ayuda poderosa en toda dificultad material o espiritual e intercede por nosotros para que, caminando santamente durante esta peregrinación terrena, lleguemos a gozar contigo de los inefables gozos de la divinidad en la plenitud de la eterna bienaventuranza.
Estas gracias esperamos confiadamente alcanzar por tu eficaz protección y la maternal intercesión de la Santísima Virgen María, en virtud de los méritos infinitos de nuestro Señor Jesucristo. Amén
Del Evangelio según San Marcos: (Mc 12, 28-31)
Un escriba se acercó y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser». El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay mandamiento mayor que éstos».
Momento de silencio
Oh celestial Patrono nuestro, San Francisco de Paula, por aquel espíritu de caridad fraterna que te impulsó a salir del desierto para trabajar en la santificación de tus semejantes; alcánzanos de Dios la verdadera caridad hacia el prójimo. Que perseveremos en la oración en estos días de sufrimiento, a fin de que, aceptándonos todos como hijos e hijas de un mismo Padre, nos amemos los unos a los otros con la mente limpia de toda discordia y el corazón limpio de todo rechazo.
Momento de reflexión
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
ORACIÓN FINAL
Dios nuestro, recompensa de los pobres y sencillos, que has elevado a San Francisco de Paula a la gloria de tus santos, concédenos, por sus méritos y ejemplos, alcanzar los premios prometidos a los humildes de corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
GOZOS A SAN FRANCISCO DE PAULA
Pues la suprema deidad
os dio nombre tan glorioso:
Salve mínimo asombroso
máximo en la santidad.
Vuestro nombre es conocido
con aplauso universal
porque el Padre celestial
honraros así ha querido
como hijo tan distinguido
de su amor y su bondad.
Salve mínimo asombroso
máximo en la santidad.
El Espíritu divino
con sus frutos y sus dones
os colmó de bendiciones
¡oh de Paula peregrino!
enseñándoos el camino
de la ciencia y la verdad.
Salve mínimo asombroso
máximo en la santidad.
Siempre dais atento oído
al mísero encarcelado
al huérfano descarriado
y a todo pobre afligido
remediando complacido
su angustia y necesidad.
Salve mínimo asombroso
máximo en la santidad.